Yo, bebé. Un saludo para todos los curiosos. Fueron algunos de ustedes los que vagaron en el pasado entre las barandas de mi antigua casa: Sinopsis del Arte. Quizás el espacio fuera demasiado reducido. Aglutinar el arte: cuadros, tapices, escritos, películas, canciones, poemas, cuentos… se acumularon sin ton ni son en demasiados muebles que no dejaban apenas espacio para poder caminar. Así que decidí mudarme a un espacio más reducido e íntimo. Es como pasar de un chalet adosado de nuevo rico a un pequeño, romántico ático ubicado en el centro histórico. Me he traído algunos muebles, por supuesto, y aquí quedarán las cartas, los comentarios, las llamadas telefónicas y muchos de los cuentos y canciones que escuché en mi antiguo hogar. No me olvidé de las fotografías que nos hacen recordar los buenos momentos, ni del chocolate. Si algunos de vosotros habéis hecho mudanza, entenderéis mi cansancio. Ahora intuyo la desesperación de un diseñador Web al no dar con la tecla —nunca mejor dicho— con el proyecto adecuado. El resultado nunca alcanza la perfección de las ideas, porque las ideas son fáciles y gratuitas, perfectas. Ya lo dijo Platón. Fue difícil no desfallecer en la travesía de una caverna en la que dar un paso en falso significaba empezar desde cero. Y di más de uno. Comencé por estampados, colores chillones, algunos barrocos, otros confusos e imaginativos, repletos de ilusión. Unos pocos (los colores) me rebobinaron a mi infancia, sobre todo, a los algodones de azúcar de color rosa. Después caí en la cuenta de que tantos abalorios distraería la atención preciosa de todos vosotros, así que zanjé el dilema: debía pasearme por escaparates un pelín más elegantes. Al final, cuando parecía que todo estaba ya decidido y de que había encontrado el traje de mis sueños, floreció otro problema: el color de fondo del texto principal era demasiado oscuro. Casi desespero en la desesperación. Ya sabéis, el tapizado del sofá, (para que no sólo estéis bien cómodos de trasero, sino también de vista), las cortinas, el color de las paredes. Renovar las ventanas desvencijadas, limpiar la chimenea (falsa, por supuesto), llamar al fontanero para que revise las tuberías de la cocina y el baño, y que los grifos no chirríen al abrirse. Claro que, principalmente, el fontanero vino para que pudiera darme una ducha calentita. Es lo menos que merecía después de tanto ajetreo. Cuando ya creí que estaba todo listo, me surgió un nuevo dilema: debía buscar el traje de gala para la inauguración. Esta búsqueda, de modelos sencillos con algún toque original, se transformó en la odisea de encontrar cualquier retal por muy simplista que fuera, (que lo de la simpleza no importa porque ya está el eufemismo de la Elegancia para taponarlo). Esto es como en Joligud, donde las actrices se dedican a pensar durante un año entero el traje que llevarán la noche de los Oscars y al final siempre acaban pifiándola. Y lo que es peor, perder el tiempo. Pero aunque el tiempo perdido haya sido mucho, y no haya habido tanta recompensa en la inversión, sí que estoy satisfecho con mi aspecto limpio, un tanto despeinado Mi hermano empezó esta aventura en el año 2007, dejándome un legado y unos amigos que desde ahora quedan invitados a pasar, por si fuera poco, hasta el año 2010. Después, ya veremos. De nuevo, Bienvenidos a mi nuevo hogar. No hace falta que digáis: ¡Qué casa tan bonita…! Lo sé de todas formas… |
sábado, 21 de febrero de 2009
Mejor tarde que nunca
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7 comentarios:
Ya tenía ganas de meterle el diente a tu nuevo blog. me alegro mucho que estés nuevamente entre nosotros. Espero ver tus estupendos escritos por aquí.
Un beso grande
Enhorabuena, Juanma. Esto se merece una chocolatada con churros.
Larga vida para tu blog.
Un beso de estreno.
JuanMa,
Te deseo muchísima suerte con tu nueva andadura bloggera.
Descansa un poco tras ese traslado y escribe para nosotros cosas de esas que tu escribes que nos lleguen a crear incertidumbre, de saber más cosas
Un abrazo incierto o mejor cierto
Un beso a los tres, ya veis que no ha quedado tan chulo, pero espero que esta sosería de blog os concentre en sólo mirar los textos, y nada más...jajaj.
Un abrazo para Carmen
Un beso para Mercedes,
Un apretón de manos para Paco
Que honor venir a tu fiesta de inauguración y ser el primero en llegar. Me parece muy bien el decorado aunque hayas prescindido de los colores. La sobriedad es muy elegante. Ya vés cuando has dicho que rebobinando has llegado al algodón rosado me he sentido viejo. Cuando yo rebobino hasta ese recuerdo mi algodón es blanco. Introducir el color de rosa en el algodón fué un gran avance y se produjo cuando yo ya era casi un hombre. Por cierto ahora que me doy cuenta me he venido con las chanclas, ja,ja, espero que gastes mi mismo número. Te deseo los mejores exitos. Un abrazo.
Gracias por pasarte, sí, sí, la sobriedad, algunos dirán que demasiada, jaja. No pasa nada, sin chanclas o con, te dejaré pasar. Te lo digo porque seguro que no gastas mi número, xD, yo tengo casi un 50 de pie, jjaja.
Saludos
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