Pues ya está aquí mi medicamento. Mercedes y Ramón me dieron el impulso para que la colgara, la he dejado tal como estaba, con dos palabras cambiadas. Me lo pasé realmente bien con este ejercicio del taller. Saludos a todos, espero que os llegue la diversión a las venas tanto como a mí.
Armar la gorda
Composición: armar, la, gorda. Armar: preparar el arma para disparar, proveer de las mismas, disponer algo. La: artículo determinado femenino. Gorda: persona o cosa (femenina) de abundantes carnes, abultada.
Contenido del envase: discutir, caer en una situación embarazosa, acción fuera de toda lógica (sobre todo para el oído), fuera de los límites que sobrepasa la educación ciudadana.
Indicaciones (Cuándo se debe utilizar)
Es muy recomendable cuando usted desee reivindicar sus derechos oprimidos, cuando su pareja le ponga los cuernos o cuando alguien se le cuele delante en la cola del supermercado. Utilícelo como medio para desfogar su rabia asesina contra esa persona.
Contraindicaciones (En qué casos no es recomendable su uso)
No es recomendable en presencia de su jefe, ni su suegra. Tampoco es recomendable cuando usted quiera dar buena impresión a alguien. No armarse la gorda a uno mismo pues resultaría inútil y le provocaría un profundo dolor de cabeza.
Precauciones (Consideraciones a tener en cuenta)
Primero, recuerde que antes de amar la gorda debe estar seguro de poseer un estado optimo de su garganta, para certificarlo, grite dos veces con bastante fuerza, de este modo podrá saber si está en condiciones favorables para armarla. Antes de amar la gorda, debe precaverse de que sus personas o victimas no son sordas, pues entonces ese acto quedará reducido a niveles de mínima efectividad. Deberá entonces, desarrollar otro métodos para armar la gorda. Si usted es mudo, lo tendrá difícil pero no imposible. Si solamente es sordo, y puede gritar todo lo posible sin oír, ni escuchar, es usted entonces el individuo perfecto para armar la gorda.
Antes de armarla, asegúrese que ha leído bien. No es “amarla”, pues entonces usted debería amar la gorda; cosa que nosotros no respondemos de los posibles efectos secundarios, sean matrimonio, hijos y divorcio: la compañía que fabrica este producto “armar la gorda” no se hace responsable de sus gastos. Bien, si usted es la gorda estas últimas instrucciones le importarán un comino.
Si usted toma al pie de la palabra nuestro producto, puede ser que le cueste encontrar una gorda para armarla adecuadamente. Atención: una gorda armada no puede dar tan buenos resultados. Para comprar munición y armas deberá poseer la licencia de armas en toda regla. Repetimos, si no encuentra una gorda, nosotros se la proporcionamos. Si usted la encuentra por su cuenta (muy extraño no hacerlo) asegúrese que la gorda es una buena persona, decente y razonable para armarla. Tenga en cuenta, que una diabólica gorda armada, armando la gorda, podría ser muy perjudicial para su salud y para todos aquellos que estén alrededor.
Nota: la empresa no corre con los gastos de las armas y la munición.
Interacciones (Compatibilidad o rechazo al simultanear con otros productos)
Puede usted amar la gorda mientras no esté matando el tiempo. Tampoco puede conjugarse con “a buen entendedor, pocas palabras bastan” porque sino estará llevándose la contraria como el salmón al río.
Posología (Modo y frecuencia de empleo)
Para armar la gorda debe usted aplicar todo su ingenio de furia en dos medios: el orador y la expresión física. Gritar con la campanilla al aire, mintiendo y a ser posible llevando un tambor. Todo ello seguido de movimientos nada elegantes de manos y piernas.
En cuyo caso se prefiera por la segunda opción (la literal), deberá colocar el cinturón de munición a la gorda, y una escopeta en una mano, una pistola escondida en la bota, y un arco acompañado de un carcaj. Es entonces cuando ya estará armada.
No se aconseja armar la gorda más de una vez por mes.
FIN