Doblo la esquina de la calle y me encuentro perdido en la inmensidad. Éste no es mi pueblo. Los árboles desaparecen, las casas blancas son ahora bloques de cemento que rozan el cielo. Miro a mi alrededor. Pasan por la carretera coches pintados de color amarillo, se paran cuando la gente alza el brazo. Es maravilloso. Siempre me pareció alucinante el mundo del automóvil. Yo no me subí en un coche hasta el mes pasado. Fue en el de mi tío, un nuevo SEAT recién salido del mercado. Había quedado con Claudia en la puerta del cine, la muchacha pelirroja que tanto me gusta. Quería impresionarla. Pero no estaba esperándome. Al llegar, decepcionado, compré las entradas y esperé sentado en uno de los bancos. No apareció. Desde entonces no la he vuelto a ver, es como si se hubiera ido entre los dedos de la mano, como la arena de la playa, como el recuerdo, como el viaje de llegar a esta ciudad que, siendo extraña, no me es desconocida. Creo haberla visto antes, quizás en alguna película. Me acomodo en un banco a pensar. No me vienen las ideas. Intento despejar la mente escuchando las voces de los transeúntes, entender su idioma inteligible que me llega a los oídos. De pronto, alguien grita. Alcanzo a ver a un joven de pelo rojizo que se me acerca dando zancadas. Me coge del brazo: abuelo, ¿qué haces en la calle? Hace frío, vámonos a casa.
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33 comentarios:
Siempre pensé que las ciudades en que habitamos llevan para siempre prendidas en cada esquina parte de la vida que en ella vivimos. Cada vez que recorro un determinado lugar, me asaltan los mismos recuerdos.
Un abrazo.
Así entiendo yo el "bien escribir" La idea y el planteamiento es brillante. Quien narra es el abuelo que está enajenado y recuerda sus años mozos; por eso habla del SEAT ¿ No es así? Te felicito poeta.
Un abrazo de NADA...que es mucho.
Me alegra poder leer tus relatos nuevamente en Sábados Literarios...
La historia me parece conmovedora y llena de matices del paso del tiempo.
El dilema de la gente mayor, que no llegan a comprender si sus pensamientos son presente o pasado.
Un abrazo.
Eres genial!
Besos
Precioso el relato. Esa persona entrañable, que en algún momento dejó colgada su juventud y que ahora despiertan de su sueño.
Un beso Juanma
Llegar a viejo y que no te responda el cuerpo y el cerebro debe ser muy penoso. Suerte la este personaje de tener a alguien que se preocupa por el y sale a rescatarlo. Creo que el viejo en sus momentos de lucidez estará feliz de contar con su nieto.
Un relato triste y emotivo que nos hace pensar en que algún día podemos estar en los zapatos del personaje.
Gracias por tu comment , no quiero andar toqueteando el texto ahora (de vaga jjaja), pero tenés razón en lo que me apuntás. Aprecio tu comentario porque viene de alguien que sabe manejar las palabras.
un abrazo
Conmovedor, porque es la vida la se le va entre los dedos.
Miles de imágines, desubicadas en un presente invisible.
Que te voy a decir yo, de la excelencia de tus textos, que tu no sepas.
Abrazos
En las pequeñas histórias se encuentran grandes relatos. Como en este... La mente salta de una generación a otra. La ultima imagen, es tremenda. De la agilidad del joven anhelando un amor saltamos a un anciano confundido..
Aunque si es cierto que al final consiguió a la pelirroja! jajaja
Me gusta. Gracias por tu comentario y por hacerte seguidor.
Nos leemos ;)
Mon
Juanma, tío, que tiemblen ya los viejos y buenos escritores, porque vienes con paso ilustre.
Qué bien escribessssssssss
Es dificil explicar la mente humana pero tu te has puesto de manera genial en la de ese señor al que no le quedan mas que sus recuerdos pasados. Magnífico.
Un besote grandullón
No me extraña, de pronto en la vejez te falta todo lo que conocías y topas con el nieto pelirrojo esperando a la chica que fue su abuela.
Excelente perdida de memoria tal vez voluntaria, para sobrevivir en la gran ciudad. Bso cariñoso.
Puede que la demencia senil sea como dice Natalí la forma de hacernos sobrellevar la vejez, sorprendente final, que triste tiene que ser verse perdido no solo en una gran ciudad si no en las propias limitaciones, miles de besossss.
los trastos de una vida perdidos en alguna esquina de la gran ciudad y la delgada linea entre lo real y la aluicinacion.
grata lectura,salu
Cuando empiezan a mezclarse los recuerdos y se dehilacha el tiempo en la memoria.... Los hay con suerte de tener un nieto que los guie.
Un beso.
Gracias a todos por vuestros comentarios, sí, se llevó a la pelijorra y ahora es su nieto quien lo salva del frío.
Gracias José Ignacio por la recomendación, creo que al final el parelelismo de los bancos no queda bien, y parece más bien una repetición.
Y nada, que he estado encantado de compartir con todos vosotros este sábado literario, y que algunos que no habéis participado de forma directa sí os habéis animado a comentar y leer algunos relatos. Eso es genial.
Qué contento estoy,
Perdido por perdido, puede ser en cualquier sitio....Una forma original, como no podía ser de otro modo,de encarar este relato.
Yo también creo (o quiero creer) que de tanto querer olvidar algunas cosas, se termina por olvidar todo y para sumergirnos en esa neblina que a los demás les hace mucho mal, pero quien sabe al que está perdido, si no le resulta mejor...
un abrazote.
AVISO IMPORTANTE DE TÈSALO.
ACABO DE RECIBIR UN MENSAJE DE TÈSALO EN EL CUAL ME DICE QUE DESDE AHORA,"LOS JUEVES UN RELATO" PASA A MANOS DE ESTE MARAGATO AMABLE Y AMIGO. ASÍ MISMO ME PIDE QUE LO HAGA PASAR...
GUUUUS, BUEN CONDUCTOR, SEGURO, A ver ¡qué temas inventa para estrujarnos el cerebelo!
!Ave! GUS, y un bsito muuuuy dulce para Tèsalo, el inefable creador de "los jueves" Le esperamos cuando quiera, que se recupere, que descanse, eso antes que todo. Ánimos Tèsalo.
Encantador y tierno relato.
Un fuerte abrazo
Juama me encanto tu relato, pobre abuelo perseguido por Alzheimer.
Saludos.
deb0 de empezar asi mi c0mentari0, juanma:
¡que cabr0naz000!
y c0m0 n0 estas ac0stmbrad0 a mis maneras de expresarme, me explic0:
p0r ah0ra eres el primer0 de mi ectura que se ha salid0 de l0s can0nes...p0r ah0ra es la primera hist0ria c0n final de l0s que a mi me gustan...relat0 c0rt0, que se resume en una frase s0rpresiva...
feicitaci0nes, juanma...
Algunas veces cuesta olvidar eso que queremos dejar atrás.
Buen relato Juanma. Me alegra volver a leerte.
Un beso
El pobre abuelo, perdido doblemente, en la inmensidad de la ciudad, en la inmensidad de los recuerdos, de las vivencias. Me alegro de que la pelirroja lo encontrara al fin.
Un beso, Juanma.
Gracias por vuestros comentarios,
Gustavo, lo entiendo jajaja, no te preocupes, muchas gracias por los elogios.
un saludo a todos,
Juanma
Hola Juanma
Buenísimo tu relato,
cuando la edad hace que el presente y el pasado convivan juntos es una suerte tener alguien que nos coja del brazo
Un saludo de Mar
Magnífica narración.
conciso y potente, frío y sentido, triste y entrañable, equilibrado, perfecto.
enhorabuena.
Muy bueno, supongo que a todos nos da cierto vértigo pensar que esas sensaciones pueden llegar, vivir otra realidad.
Felicidades.
Saludos y hasta pronto.
Realmente precioso.
Al leerlo me recordó a la canción de Serrat "Penélope".
Un saludo
Inma
Me ha puesto los pelos como escarpias. Que bien has captado la esencia de un mal, porque la pérdida de la memoría ya sea por enfermedad o edad es terrible.
Me ha encantado tu blog, creo que voy a acampar.
Cuánto dolor hay el relato, en lo que sugiere...esa impávida nube en que se muelven los ancianos.
Rememoran como pasajes actuales hasta las terribles o inocentes desilusiones.
(Lo peor que les puede suceder es que haya alguien que los devuelva a la realidad...)
Me encantó, te enlazo y te envío un beso enorme.
COJONUDO, SIMPLEMENTE
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