Hoy es el día de Andalucía. El día ha amanecido con nubes imperceptibles y una lluvia fina, que no tiene la fuerza siquiera para relucir los colores de las calles desiertas, moja el cristal de mi ventana. Sí, calles solitarias. Muchos de los que vivimos en esta pequeña localidad andaluza habrán aprovechado sus horas libres para dormir, o para descansar de noches aceleradas, o para coger fuerzas pues el día se adivina largo.
Había preparado un pequeño artículo sobre Andalucía. Quería hablar de sus ríos y desiertos, de su grandeza, de sus pueblos y ciudades populosas. Pero la verdad, un vistazo a wikipedia ya nos aclararía de qué pasta está hecha esta tierra y sería inútil que yo escribiese más sobre el tema. Ahora, redactando estas líneas, me doy cuenta de que es un día especial. Especial porque en definitiva nos viene dar un poco de descanso, y eso ya es un buen motivo para sonreír. Cada uno festeja este día como quiere. Yo lo haré a mí manera, aprendiendo inglés, escuchando música, viendo alguna película, acabando un libro, escribiendo, releyendo algunos poemas de Machado, Lorca, Cernuda. (Que me perdonen los contemporáneos, pero hoy me apetecen tapitas de versos rimados aderezados con un poco de elegancia luisiana). Después, celebraré dos cumpleaños, aunque entre medio también cumpla una amiga que tuvo la potra de nacer el 29, año bisiesto que sólo celebra cada cuatro años. Dos celebraciones, tres felicitaciones. Una jornada larga que no terminará hasta las cuatro de la mañana del uno de marzo. O incluso más. Visitaré la capital, el centro histórico entre bares y copas de alcohol, alguna cerveza y canciones roqueras. Qué mejor forma de celebrar nuestro día si no es cantando y bailando con ritmos extranjeros y algún cante flamenco que salga de una voz gitana en mitad de la madrugada. En la mitad de una juerga dónde cabrán las indeseadas y necesarias gotas de lluvia. En la noche ebria que convertirá aquellas gotas en copos de nieve, en poemas y en risas interminables.
Se escucha una voz en la luna que dice
pequeñas nanas
nacen los sueños entre la gente
y la luna calla.
(Las nubes la tapan)
De la tierra crece entonces un soul
despertando copas de alcohol
entre un cielo nublado,
sin luna.
Pero en la calle un gitano
le sigue cantando,
y con su voz la seduce,
la desnuda.
(El vestido gris colgado en algún perchero volador)
Se escucha una voz en la luna que dice
pequeñas nanas.
Nacen los sueños entre la gente
y la luna calla.
Y el gitano calla.
Y todos callan.
.
(Por cierto, no le encuentro título a este poema que he escrito, ¿me ayudáis a ponérselo?)